Las alubias de Ibeas reciben su nombre de la localidad burgalesa de Ibeas de Juarros, donde su cultivo es mayor. Su semilla color morado intenso, redonda, brillante, tiene forma ovalada y no la tradicional forma de riñón de otras alubias.
Es muy apreciada por su suavidad y finura de sabor, la cocción es lenta y no se desprende el hollejo. En el siglo XIX Madoz comenta que en las huertas de la Vega del Arlanzón, en la zona de Ibeas, aparece, junto con las hortalizas de temporada, una variedad de alubias que son uno de los pilares de la alimentación y la base de uno de los platos más típicos de la cocina burgalesa, la “Olla podrida”.
La siembra y la mayoría de las operaciones para el cultivo de estas alubias se siguen haciendo de forma manual y tradicional; sólo se ha mecanizado la preparación del terreno. Su producción y distribución es muy limitada.